Uno de los mayores desafíos que tenía el Gobierno al asumir la gestión era el de recomponer los precios de las tarifas de servicios públicos, que estaban atrasados debido a años de congelamiento. En ese sentido, en la primera parte de 2024 se aplicó un fuerte ajuste de precios, que luego se actualizó apenas por encima de la inflación en la segunda mitad del año. De esta forma, cuando se compara la canasta de servicios en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) con un año atrás, la suba fue de 402%, muy por encima de la inflación de 120% estimada para el mismo período.